jueves, 10 de julio de 2008

Recetas gélidas para superar la resaca

Blog de Tio Tizo:

http://www.adn.es/ciudadanos/20080704/NWS-0594-Recetas-superar-gelidas-resaca.html

Recetas gélidas para superar la resaca

En verano, es habitual tomar unas cañas, tintos de verano o cócteles variados en las fiestas nocturnas que se prodigan por todos los rincones | El día después se puede combatir con zumos, fruta y peculiares trucos | ¿Cómo palías tú las tajadas veraniegas?


Combinar bebidas alcohólicas no emborracha antes. Lo que determina la ebriedad es la cantidad de alcohol que se tome

Hay dos momentos en los que nuestro cuerpo pasa más sed: en verano y después de una noche de fiesta. Si coinciden ambas situaciones, entonces no habrá agua suficiente en la nevera que pueda calmar tanta deshidratación. Es momento de que sepas qué tener en el frigorífico y qué habitos adoptar para superar el trajín del verano, aunque es probable que tú tengas algún truco fresquito para superar la resaca de este tiempo.

Una cervecita no está mal. Las terrazas están abarrotadas de gente que busca un refrigerio para compensar la deshidratación que sufre nuestro organismo durante esta estación. La mayoría elige la cerveza como el aporte refrescante que necesita. Y no se equivoca.

La Organización Mundial de la Salud es clara respecto a los efectos nocivos del alcohol para nuestra salud, pero también reconoce que numerosos estudios han avalado las virtudes de la bebida fermentada y el lúpulo del que se extrae. Sin embargo, los expertos limitan la recomendación a una cerveza para las mujeres y dos para los hombres al día. No más.

Antes de pasarnos. En esta época del año, solemos disfrutar de más tiempo libre y nos apetece más salir para gozar del buen clima. Se dispara el número de celebraciones nocturnas a las que acompañamos con los típicos tintos de verano, sangría de frutas, sorbetes de cava, batidos, cervezas y cócteles fríos que preparan en los locales.

Sin duda, para no coger una buena tajada el único consejo es no beber, pero si vas a tomar algunas copas quizás sea bueno que conozcas algunos trucos que ayudan a paliar sus efectos.

En primer lugar, hay que saber que el alcohol deja fuera de combate a una hormona antidiurética que controla el nivel de líquidos en el cuerpo. Cuando el riñón nota la escasez de agua, la reabsorbe de la orina y llega a eliminar más agua de la que se ingiere. Es entonces cuando el organismo busca agua en otros órganos, como las meninges de nuestro cerebro, lo que daría lugar al dolor de cabeza, síntoma ineludible de una buena resaca.

Además, en el estómago aparecen molestias gástricas por la erosión que provoca el principal componente del alcohol, el etanol. Cuando el alcohol llega a la sangre se produce una disminución de los azúcares presentes en el torrente sanguíneo y provocan una sensación de debilidad y agotamiento físico.

Antes de poner un pie en la calle, la receta casera más convencional es irte con el estómago lleno y también comer algo mientras se está bebiendo, ya que de esta forma el estómago tarda hasta cuatro veces más en absorber el alcohol. Otra receta muy recurrente es tomar una cucharadita de aceite antes de la primera copa. Este segúndo método es una verdad sólo a medias, ya que retarda la absorción del alcohol, pero no la reduce ni mucho menos.

Algunas personas toman miel antes y después de beber para reemplazar la pérdida de azúcar; otras aseguran que la raíz del diente de león es un buen alimento para el hígado que ayuda al metabolismo y la desintoxicación. Beber mucha agua antes de salir de copas, dicen, tiene efecto retroactivo y el cuerpo tira al día siguiente de esa cantidad que consumimos previamente a la fiesta.

La noche de autos. Como nos aconsejan con las comidas para una mejor digestión, beber alcohol lentamente es un buen hábito, puesto que nuestro organismo lo absorbe a un ritmo de siete gramos por hora. Los parsimoniosos en este sentido son menos propensos a la embriaguez.

También es aconsejable mezclar la bebida con fruta o agua, que compensará los líquidos que se tiran, no comer carne grasosa que frena el funcionamiento del hígado, y evitar tomar café con la bebida. Otro falso mito creado en torno a la cafeína es que rebaja el impacto del alcohol, porque es así en un primer momento. Es falso.

La cafeína provoca que nos deshidratemos más rápido, pese a esa mejora inicial.

Muy conocido es el hecho de que fumar mientras se bebe multiplica el estado de ebriedad y aumenta el malestar del día siguiente. Combinar bebidas como cerveza, vino y licor no es que te emborrache más que si sólo tomas una de las tres, sino que bebes más cantidad. Lo que determina tu estado de ebridad es el contenido de alcohol en la sangre.

Una regla muy simple que algunos usan a rajatabla para minimizar la resaca es la de que las bebidas claras (como el vokda o la ginebra) dejan menos poso en tu cuerpo y te despiertas en mejor estado, mientras las oscuras son las que peor nos sientan (como el ron o el ponche).

Otras costumbres, algunas de ellas efectivas y otras leyendas urbanas, son tomar un grano de café o masticar chicle antes de, por ejemplo, someterte a un control policial. Ninguno de ellos es eficaz, porque absorben sólo el alcohol que se encuentra en la saliva (y nunca el de los pulmones). Tampoco es más embriagador beber con una pajita (salvo porque se toma más rápido) o tomar bebidas alcohólicas con azúcar, que no altera la metabolización del alcohol en absoluto. En cambio, sí es bueno el ejercicio físico, porque aumenta la velocidad de metabolización del alcohol e incita a orinar y expulsar esta sustancia.

El después, a prueba de bombas. Tiempo es lo que necesita prioritariamente el organismo para recuperarse de una intoxicación. Es mejor dormir seis horas, levantarse y echar una siesta de otras dos horas, que dormir ocho horas seguidas.

Una fiesta nos deja, sobre todo, mucha sed. Cuando abramos la nevera, con un incesante martillazo en la cabeza y el cuerpo echo trizas, no puede faltar Aquarius, Gatorade o una bebida isotónica que actúa de suero para compensar la pérdida de líquido. El zumo de tomate o zanahoria nos da el aporte vitamínico y de líquido que nos faltaba (algunos dicen que el gazpacho, tan propio del verano, les va estupendamente).

Otros remedios naturales son una bebida de jengibre (polvo o té) o mascar dulces de jengibre para tratar la náusea. El jugo de apio o un cucharón de miel pueden ayudar a aliviar los dolores de cabeza. Es conveniente comer alimentos muy ligeros como frutas y cereales. Una simple manzana, en ayunas, repone.

Existen también un abanico de recetas de la abuela para estos casos. Mezclar lechuga, kiwi y pomelo en la licuadora y beberlo todo relajadamente hasta que remita el temporal. O un vaso de la siguiente mezcla: medio litro de agua, jugo de cuatro limones, tres cucharadas de vinagre de limón o de manzana y una pizca de sal.

Y dos gélidas recetas más: antes de dormir un zumo de tomate, mezclado on un pepino y un cuarto de cebolla pequeña licuados, con una cucharada de aceite de oliva. Otro zumo a elegir está compuesto de 200 gramos de zanahoria, 30 gramos de remolacha, 100 gramos de apio y entre 10 y 20 de perejil. Nada más levantarse, un vaso de este zumo es un bálsamo ideal.

Hay casi tantos trucos como personas. El que nunca funciona es aquella leyenda urbana extendida de la resaca, con más alcohol se cura. Lo único que se consigue es aplazar la resaca que, se manifestará, además, agravada por la presencia de más sustancia tóxica todavía.

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